Una mañana te decides, por fin, a comenzar.
Los comienzos nunca son fáciles (¿quién dijo eso?). Tienes la idea, pero no las ganas. Tienes las ganas, pero no el valor. Tienes el valor, las ganas y la idea. Pero te faltan los medios.
Te empeñas en tirar hacia delante, porque es lo que quieres, eso lo sabes mejor que nadie. Es una gran idea, es un gran momento para empezar algo nuevo, algo bonito y sólo tuyo. Es una gran oportunidad para hacer algo que quieres. Es una gran tarde de aburrimiento.
No te desanimes. No pierdas las ganas, la esperanza, el valor. No te pierdas por el camino. Ten presente que es lo que quieres.
Que empezar siempre es duro. Pero no tanto como no ser capaz de llegar al final.
Y que, a fin de cuentas, si no empiezas, ¿cómo pretendes conseguir algo?