Una mañana comienzas a aceptar las cosas tal y como son. Y te odias por eso.
Porque parece una rendición. Porque parece una excusa mala de todas tus heridas para dejar de luchar. Porque estás dividido.
Quiero seguir adelante. Cueste lo que cueste.
Quiero dejar las cosas tal y como están. Pierda lo que pierda.
¿Qué es peor? ¿Perder una oportunidad o perder lo poco que te queda de capacidad de tirar hacia delante?
¿Qué es peor?
Amar sobre todas las cosas. Arriesgar lo poco que te queda por miles de pensamientos que pueden llegar a ser miles de tardes, de noches, de besos, de miradas.
O.
Aceptar una derrota. Saber cuándo es el momento de decir hasta aquí, ni un paso más. Quedarte con la parte buena, las miles de cosas que podrían haber sido y que no serán, que se quedarán ahí sin hacerte daño, pero mimando cada día que tengas que volver a verle.
¿Qué es peor?
¿Arriesgarlo todo por algo que podría no ser nada?
¿O esperar, esperar hasta tener alguna clase de seguridad? ¿Que puede no llegar nunca?
No comments:
Post a Comment