Monday, December 10, 2012

REM.

Una mañana te levantas con el último sueño todavía pegado a las pestañas. Un sueño agobiante, asfixiante, de estos que te levantan del mismo sofoco. Un sueño del que despiertas empapada en sudor, con el corazón a mil. Un sueño que no te deja volver a dormir.
Hay sueños que parecen más reales que la realidad. Hay sueños que te despiertas buscando ese archivo en el móvil, o creyendo que sigues con él, que esos pantalones todavía cuelgan en tu armario. Hay sueños que no te agobian por lo terroríficos que son, sino porque ¿y si no han sido un sueño?
Pero peor que eso, es no saber si esto es la realidad o es un sueño. Momentos por los pasillos que olvidas y recuerdas como si nada, viajes en el bus en el que los colores se descontrolan, estar parada enfrente del armario y no saber qué estás haciendo. 
Confundo sueños y realidad con demasiada frecuencia. Dime una frase y no sabré si la he soñado o la he vivido. 
Y es así siempre. Es así cuando estás a su lado y no puedes distinguir claramente si ese beso ocurrió en un sueño o no. Es así cuando empiezas a contar algo y te paras, consciente de que no sucedió más que en tu cerebro. 
¿Falta de sueño? ¿Escapar de la realidad? ¿Imaginación sobrexcitada? ¿Taurina antes de dormir?
No lo sé. Lo único que sé es que encontramos en los sueños aquello que no tenemos en la realidad. Pero si queremos conseguirlo... más nos vale dejar de soñar. 

1 comment:

  1. Hola! Me gusta mucho tu blog! es genial! oye y esta entrada, es increíble, me encanta..sobretodo porque va de los sueños y últimamente todo va de amor..sigue así:) un beso:)

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