Thursday, December 13, 2012

Mientras puedas.

Una mañana te encuentras rodeada. En el centro de la marea, un océano dividido por Moisés, que amenaza con caer sobre ti. 
Entre dos mundos. Entre dos opciones. Entre dos personas. O más de dos personas. Entre dos grupos, dos posibilidades, dos sensaciones. 
Ser normal o ser especial. Ser interesante o radiante. Hablar o mirar. Sonreír o morderse el labio. Abrazar o besar.
Te encuentras en una encrucijada, derecha o izquierda, sin saber muy bien qué hacer. Puedes seguir intentándolo, puedes seguir creyendo. Puedes mantener ese precario equilibrio, esa silla con tres patas en el aire. Y también, por una vez, dejar que las cosas fluyan, hablarle si te apetece, no cortarte demasiado, elegir preocuparte por él, conversar con él sin temas y sin motivos, sólo por saber que sigue al otro lado. 
Elige. Elige pronto. Elige ya. Elige antes de que a Moisés se le cansen los brazos y toda la furia del Mar Rojo caiga sobre ti, te entierre. Elige mientras tengas opciones, mientras se te presente la disyuntiva. Porque llegará un momento en el que no podrás hacer nada, en el que todo habrá comenzado, y no podrá parar jamás. Elige mientras todavía tengas las cosas (relativamente) claras. 
Te encuentras sobre una de las patas de la silla. Te encuentras en el coche con el capó en el precipicio. En el ojo del huracán. En la tierra seca entre los dos mares.
Date prisa. 

Tuesday, December 11, 2012

Reacción.

Una mañana decidimos intentarlo. Un was, una sonrisa al abrir la puerta, un "¿Has estudiado?". Algo que no sea nada, pero algo que lo cambie todo.
Porque muchas veces intentarlo vale la pena. Una respuesta rápida, una mirada más larga de lo habitual, diez segundos de conversación. Las pequeñas nadas que hacen un mundo para ti, las cosas diminutas que hacen que le sonrías como una idiota a la taza de café. No hace falta que sea inmenso, que sea importante, a veces ni siquiera que sea real, para que aligere el peso en los hombros. 
Y que da mucho gusto cambiar un poco, joder. Ilusiona cambiar, darte cuenta de que todo puede ser distinto, que no todos tardan media hora en hacerte caso y que hay a quien le vale con la conversación más banal del mundo. Da gusto que las cosas sean diferentes, esperar wass de otra persona, ir con ganas a cualquier lugar, tener un motivo para echarte rímel por las mañanas. 
Empiezas a cambiar el mundo cuando empiezas a cambiarte. Empiezas a cambiar las cosas cuando menos te lo esperas, cuando de repente se te ocurre dar un paso, cuando de repente reaccionas.
Como dijo un genio, si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes.
Como dijeron otros dos genios, cambiar el mundo, hablar de más, enredar un poco. 

Monday, December 10, 2012

REM.

Una mañana te levantas con el último sueño todavía pegado a las pestañas. Un sueño agobiante, asfixiante, de estos que te levantan del mismo sofoco. Un sueño del que despiertas empapada en sudor, con el corazón a mil. Un sueño que no te deja volver a dormir.
Hay sueños que parecen más reales que la realidad. Hay sueños que te despiertas buscando ese archivo en el móvil, o creyendo que sigues con él, que esos pantalones todavía cuelgan en tu armario. Hay sueños que no te agobian por lo terroríficos que son, sino porque ¿y si no han sido un sueño?
Pero peor que eso, es no saber si esto es la realidad o es un sueño. Momentos por los pasillos que olvidas y recuerdas como si nada, viajes en el bus en el que los colores se descontrolan, estar parada enfrente del armario y no saber qué estás haciendo. 
Confundo sueños y realidad con demasiada frecuencia. Dime una frase y no sabré si la he soñado o la he vivido. 
Y es así siempre. Es así cuando estás a su lado y no puedes distinguir claramente si ese beso ocurrió en un sueño o no. Es así cuando empiezas a contar algo y te paras, consciente de que no sucedió más que en tu cerebro. 
¿Falta de sueño? ¿Escapar de la realidad? ¿Imaginación sobrexcitada? ¿Taurina antes de dormir?
No lo sé. Lo único que sé es que encontramos en los sueños aquello que no tenemos en la realidad. Pero si queremos conseguirlo... más nos vale dejar de soñar. 

Tuesday, December 4, 2012

Infinitesimal.

Una mañana te levantas, a cada segundo más cerca.
A cada segundo más cerca de lo que hace días, o semanas, u horas, te parecía lejano, absurdo, remoto. Algo que parecía estar ahí, parado, a su rollo, y que ahora ves que está tan cerca, tan inmediato, que asusta.
Somos muy valientes. Hacemos planes colosales, levantamos monumentos, ídolos, héroes. Eso sí, a una distancia prudencial. Aquí pondré mi título. Siempre futuro, nunca presente.
Y nos dedicamos a construir un futuro que desde aquí parece tan remoto que apenas existe. Y nos dedicamos a dejar pasar un presente que se ha hartado de nosotros. Y cuando el futuro llega, y es presente... ¡Ha! Nos da tanto miedo que todos esos planes colosales que tuvimos se reducen a planes aceptables. Ahora levantamos posters en la pared, casas de muñecas. Dejamos los títulos, los honores, la luz. Y nos centramos en la verdad, en los exámenes de Filosofía, en las amigas que nos llaman por nuestro cumpleaños, en mañana como mucho. 
¿Dónde vas, pretendiendo mirar más allá? ¿Qué haces, olvidando tu presente para mirar un futuro que puede ni existir? ¿Qué buscas en lo universal, que no puedas encontrar en lo infinitesimal? 
¿Para qué buscas más allá del mar, cuando estás atrapada en un charco?

Menos es más.

Una mañana te levantas. Diez minutos para pensar si levantarte o no. Diez para pensar qué ponerte. Diez para pensar el peinado. Diez para decidir si sales corriendo a por el bus o te esperas al siguiente.
Y una mañana te levantas de un bote, te vistes y te peinas a la vez, es decir, en el ascensor, y pones el pie en la acera para salir corriendo, porque pillas el bus, sí corres un poco. 
Y una noche te lo piensas muy muy poco, y le sueltas un "yo sólo negocio con sexo o bebida", y te sale de dentro un "¿ni siquiera si soy yo la que está loca por ti?". Una noche decides pensar menos y hablar más, una noche pasas de las sutilezas, de las vueltas de cabeza y de la madre que los parió a todos, y te limitas a dejarte llevar.
Porque muchas veces, si te sientas delante de la pantalla y dejas que los dedos vuelen, te salen posts de puta madre. Porque muchas veces si no piensas en los cuádruples sentidos, él lo pilla de una puta vez, y entiende que es verdad. Porque muchas veces, meter las manos a tientas en el armario significa sacar de la nada un outfit de estos de conjunción astral.
Porque lo de menos es más es verdad. Porque si te pintas menos, ligas más, y si piensas menos, te diviertes más. 
A lo mejor no le queda demasiado clara la idea de "TE COMERÍA A BOCADOS", o quizás tengas que peinarte cinco veces en diez minutos. Pero merece la pena, compensa ganar diez minutos de tu tiempo en lugar de ir perfecta, echarte unas risas en lugar de que siga sin olerse la tostada. 
Porque compensa dejarte ir, olvidarte del mundo.
Por ti, y por mí.

Sunday, December 2, 2012

Días.

Una mañana, me levanto sin tiempo para ti.
No me queda tiempo para ser débil. No me queda tiempo para andar preguntándome si lo que yo creí ver era lo que en realidad fue. No tengo tiempo, o no se si quiero tenerlo, para pararme a pensar sobre cada mirada, cada gesto, cada sonrisa, cada palabra. No tengo tiempo para preocuparme por ti, si de verdad estás bien, si ella te ha vuelto a hablar, si has tenido pesadillas o si no sabes qué es el alma para Platón.
No es ni la primera ni la última vez que digo que siempre tendré tiempo para lo que me importa, para lo que me hace feliz.
Y tú claro que me importas, pero resulta que me robas la vida, que pasan mis días preguntándome por ti, si algún día estaremos contigo, si algún día será verdad. Me estás robando la vida, y no me gusta pensar que una de estas veces en las que crea que me miras, en las que crea que las sonrisas son de verdad, por una vez en mi vida pensaré: "No seas idiota, no es para ti".
Porque el día que eso pase... El día que eso pase, se acabarán las gilipolleces. Tus dudas, tus miradas, tu forma de llamarme, se esfumarán, se irán. Y me quedaré yo, me quedaré con esa parte de mí que siempre se dedicó a decirme que no era verdad. 

Saturday, December 1, 2012

Chas.

¿Qué pasa si una mañana recuerdas ese momento? ¿Qué pasa si todo es igual que entonces, y pareces seguir los mismos pasos?
Qué pasa si lo malo no es que todo parezca igual, es que realmente nada ha cambiado. Ha llovido mucho desde entonces, claro, y todo lo que parecías haber solucionado en tu vida ha quedado atrás.
Pero, oh, nena, no es así y lo sabes. Todas estas decisiones que tomaste, ¿qué son? Son papel mojado, son noches sin luna, son tinta en un papel que cayó al mar. Las decisiones no valen para nada. Decidir ser fuerte no sirve para nada.
¿Y sabes por qué? Porque desde que lo dices hasta que lo haces, todo puede pasar. Puedes decidir que se lo harás pasar mal, y al día siguiente no podrás, no querrás. Puedes decidir ser fuerte, pero al día siguiente no te quedarán motivos para ocultarle a tu amiga que estás hecha polvo. Pueden volver estos momentos que te hicieron como eres, puedes volver a verle, volver a hablarle, volver a abrazarte con ella y decidir que no sirve de nada. 
Chas, todo pasa y todo pasará. 
Chas, momentos que se fueron, momentos que nunca se llegaron a ir.
Chas, ¿de qué sirve olvidarte, si para cuando olvido que te quiero, vas y me lo recuerdas?

Thursday, September 27, 2012

Party hard.

Una mañana te levantas pachanguera. O fiestera, o animada, o como quieras llamarlo.
Una mañana te levantas que se te van los pies a otro lado. Te levantas con ánimo de chupitos y música horrible, con ganas de destrozar zapatos y de bailar sólo para acercarte un poco más a aquellos de la barra.
Que ser buena está muy bien, que hablar de sentimientos y tal es importante, pero que también es importante salir, y salir mucho, y salir a lo party hard, y no volver, y perder la cuenta o llevarla muy bien, y disimularlo todo diciendo "esto son las cervezas".
Que por muy buenas que seamos, hay que sacar a la fiera de paseo, y que a falta de zoológico buena es una fiesta. Que de algo tienen que servir esos pantalones cortos, el pintalabios y el maquillaje.
¿Dónde más vamos a chillar las canciones de reaggetón? ¿Dónde, si no, vamos a poder zorrear y echarle la culpa al alcohol? ¿Dónde vamos a perder la vergüenza y las pulseras, dónde vamos a perder las tonterías y ganar unas cuantas heridas en los pies?
¿Dónde más podríamos alejarnos de miradas criticonas, si no es en un lugar lleno de gente?

Monday, September 10, 2012

Te lo dije.

Una mañana te levantas con la sombra de un reproche en el oído.
Te lo dije.
Sé buena, se especial, se tranquila y dulce. No seas borde, sarcástica, pragmática o cínica. Aunque sea, aparenta ser normal.
Te lo dije un millón de veces y te lo volvería a decir.
Y es que lo más difícil que me puedes pedir en el universo es que sea normal. Que aparente ser normal. Que me trague cada una de mis manías, cada una de mis ideas, y que sonría cuando es debido. Deja de pedirme que intente comportarme como aquellos que tienen muchos amigos, que salen todos los sábados y sacan todos los nueves posibles.
Porque jamás te haré caso. Porque cuanto más me lo digas, más te ignoraré, y más me esforzaré por ser yo.
Por ser ese yo que nadie aguanta, que tiene poquitos amigos y se queda en casa diciendo gilipolleces vía Blogger. Siempre seré aquella que sacrifique noches, y tardes, y días enteros, y hojas de la agenda, por algo que le guste, o que le haga ilusión. Seré yo que usaré demasiado los lápices de color, que cuanto más me desanimes con algo más me empeñaré en hacerlo, y en dejarte deslumbrado.
Porque lo último que me puedes pedir en el universo es que no sea yo, que sea normal. Porque, cielo, normal es lo último que quiero ser en la vida.
Por más que duela, por mucho que me fuera a ir todo mejor siendo más normalita.

Saturday, August 18, 2012

Empezar.

Una mañana te decides, por fin, a comenzar.
Los comienzos nunca son fáciles (¿quién dijo eso?). Tienes la idea, pero no las ganas. Tienes las ganas, pero no el valor. Tienes el valor, las ganas y la idea. Pero te faltan los medios.
Te empeñas en tirar hacia delante, porque es lo que quieres, eso lo sabes mejor que nadie. Es una gran idea, es un gran momento para empezar algo nuevo, algo bonito y sólo tuyo. Es una gran oportunidad para hacer algo que quieres. Es una gran tarde de aburrimiento.
No te desanimes. No pierdas las ganas, la esperanza, el valor. No te pierdas por el camino. Ten presente que es lo que quieres.
Que empezar siempre es duro. Pero no tanto como no ser capaz de llegar al final.
Y que, a fin de cuentas, si no empiezas, ¿cómo pretendes conseguir algo?

Thursday, August 2, 2012

Verano.

Una mañana te levantas y es verano. Y no, no me refiero a la mañana del 21 de Junio. Me refiero a esta mañana que te levantas y te dices: "Bah, es verano". Y vuelves a dormirte.
Es verano de mañanas y noches que inflaman de calor. Es verano de mañanas de cama y nevera, y de noches de blogs y lunas. Verano de aprenderte cada canción del móvil.
Es verano de helados y tumbarse al sol a coger color. Verano de piscina y playa. Verano de agua, sudor y sal.
Es verano de olvidar. De que los amores desaparecen, en la playa o en tu memoria. Es verano de piernas morenas al aire, de piel dorada y cabello dorado, de vivir con los labios de color coral y la sonrisa dispiesta a dispararse a matar. Es verano de ojos verdes, azules, de surfistas y amigos de amigos y de primos y de playeros que no conoces de nada y te gustaría.
Es verano de que le jodan al mundo, que en la playa se liga más, de pantalones muy cortos y sonrisas muy de verdad.

Wednesday, July 4, 2012

Dos.

Una mañana, una noticia, un golpe que aceptas.
Una mañana, una noticia, un golpe que te deja sin aliento.
De estas cosas que te esperas, no sabes por qué, y sabes que tienes que tirar adelante, sin pararte a pensar. Porque no es tu culpa, ni mi culpa, ni la suya.
De estas cosas que no te las hubieras podido ni imaginar aun queriendo, y que te dan ganas de pegar patadas, golpes, de negarte a verlo. De reventarle a golpes, sin pensar.
Que aquí es donde se demuestra que eres grande, que eres fuerte, que sabes tirar hacia delante. Y que, seriamente, no es para tanto.
Que te da igual parecer una gilipollas, pero que joder qué ganas de llorar. Y que, honestamente, no te lo mereces.
Prefiero que haya sido así, haberme ahorrado la vergüenza y la humillación de haber ido a la cara y habérselo dicho. Que mejor así, no words, no drama.
Preferiría haberme arriesgado, haber hecho una locura muy gorda, perder la cabeza y la decencia, y si me jodo, me jodo a gusto. Que peor así.

Tuesday, June 12, 2012

Grandes.

Una mañana descubres grandeza detrás de la gente.
Hay cientos de personas a tu alrededor. Miles. Conoces tantos nombres, caras, locuras, que ellos pasan casi desapercibidos.
Ellos son quienes alegran los días. Quienes no paran ni un segundo. Quienes son tan geniales que ni ellos mismos lo ven, quienes se ponen rojos cuando te das cuenta y se lo dices. Son ellos los que se esfuerzan cada día. Quienes tienen un sueño, y lo persiguen.
Son únicos, estelares. Son gigantes con sonrisa de buenos días y un abrazo listo en los brazos. Son ellos de broma rápida, de ojos sinceros, de percepción intuitiva. Ellos que siempre sacan diez minutos para darse cuenta de que te pasa algo.
Y sí, son ellos  los que admiras en secreto, que te gusta sonreír cada vez que te das cuenta de lo grandes que son. Son ellos que querrías pasar los días a su lado, sólo por ver si se te pega un poco de su estela de chispas.
Qué coño, son ellos que nunca sabrías cómo dejar de quererlos.

Ganas.

Una mañana. Un sueño. Un escalofrío.
Más cerca de lo habitual. Menos fríos que de costumbre.
Los centímetros pierden su significado cuando ya no existen. Que a esta distancia es más fácil notar tu calor agobiante, el aliento que se escapa de entre los huequitos de tu sonrisa.
Y que los ratos pasan volando, y que los segundos no cuentas. Que cualquier risa tonta es más que todo. Que lo disfruto, que los ratos a tu lado están más llenos, que no sabes las ganas que tengo de morderte, de besarte, de hacerte reír. Que no sabes las ganas que te tengo.
Los días, las semanas, los meses, que llevo queriendo decirte que eres todo. Que eso son ganas de levantarme, de arreglarme, que me la suda si me ignoras, que en mi mente sigues haciéndome caso incluso cuando te largas, incluso cuando no estás. Que cada cosa que haces por joder, en realidad la haces por picarme, por hacer que piense aún más en ti. Que todo lleva intención. Que todo es algo, y es más que nada.
Que tengo unas ganas que no me aguanto de pillarte por banda y decirte todo esto. Decirte que le pones luz a las cosas.
Que joder qué ganas que te tengo.
Que joder qué escalofríos me provocas.
Que joder ojalá estuvieras menos en mis sueños y más en mi cama.

Monday, June 11, 2012

Peor.

Una mañana comienzas a aceptar las cosas tal y como son. Y te odias por eso.
Porque parece una rendición. Porque parece una excusa mala de todas tus heridas para dejar de luchar. Porque estás dividido.
Quiero seguir adelante. Cueste lo que cueste.
Quiero dejar las cosas tal y como están. Pierda lo que pierda.
¿Qué es peor? ¿Perder una oportunidad o perder lo poco que te queda de capacidad de tirar hacia delante?
¿Qué es peor?
Amar sobre todas las cosas. Arriesgar lo poco que te queda por miles de pensamientos que pueden llegar a ser miles de tardes, de noches, de besos, de miradas.
O.
Aceptar una derrota. Saber cuándo es el momento de decir hasta aquí, ni un paso más. Quedarte con la parte buena, las miles de cosas que podrían haber sido y que no serán, que se quedarán ahí sin hacerte daño, pero mimando cada día que tengas que volver a verle.
¿Qué es peor?
¿Arriesgarlo todo por algo que podría no ser nada?
¿O esperar, esperar hasta tener alguna clase de seguridad? ¿Que puede no llegar nunca?

Tuesday, May 1, 2012

Hablar por hablar.

Una mañana te levanta el sonido de mil voces alrededor. Mil voces a quienes se les ha acabado el discurso, que ya no saben qué hacer, qué decir.
Nos gusta pensar que lo que decimos es escuchado por alguien. Nos gusta pensar que siempre hay un oído dispuesto a atender nuestros consejos, nuestros problemas, nuestras historias. Y una mierda.
El problema es que todo el mundo habla y nadie escucha. Todos estamos deseando que nuestro amigo deje de hablar para responder, para contarle nuestro problema, que es mejor que el suyo y que le importa tan poco como a nosotros el suyo. Nos importa una mierda el resto del universo. Dadme una grabadora que me escuche hablar, dadme una cámara de vídeo para colgar mi vida en YouTube, y que la gente finja que le importa. Y, pronto, todo será así, personas que hablan. Personas que no escuchan.
De tanto hablar, se nos secará la garganta, y nos daremos cuenta de que el silencio es bello, que la voz del resto es bella, que hablar siempre acaba por cansar. Nos percataremos de que nuestras palabras no son tan importantes, que hablamos demasiado y no decimos nada. Pero estaremos deseando poder volver a hablar, que alguien nos joda, y llamar a un amigo para que venga y finja que nos escucha. Como fingiremos nosotros después.
Que, ya ves tú, esto es hablar por hablar, como todo. Pero es que se me ha secado la garganta y no aguantaba sin quejarme de este mundo de mierda.

Wednesday, March 21, 2012

Efecto mariposa.

Una mañana sucede algo, que desencadena actos, palabras, miradas y hechos que no hubieran sucedido de otro modo.
Hay un punto de inflexión. Un punto en el que te das cuenta que no hay vuelta atrás, un punto en el que sabes que lo que has dicho o hecho puede no tener ningún significado por sí solo, pero va a traer cola.
Un momento, que lo cambia todo, que nadie lo ve venir, sólo nos damos cuenta cuando ya ha pasado. Y, entonces, todo lo que te queda es quedarte a contemplar lo que has desencadenado.
Vemos lo que pasó, sabemos lo que hicimos. Pero no podemos prever cómo va a cambiar las cosas, cómo va a conseguir que todo se de la vuelta, que todo cambie su sentido y que ese tren arranque, llevándote a chocarte contra un muro, caer en el vacío o...
O quién sabe a dónde.
Sabemos dónde empieza el viaje, lo que hace que todo se descontrole, que todo pierda el sentido y que los planes, las promesas, las palabras y los recuerdos pierdan su significado. Sabemos qué hicimos mal, o bien. Sabemos qué no tendríamos que haber dicho, qué tendríamos que haber dicho o por qué lo que dijimos nos ha llevado hasta aquí.
Pero créeme si te digo que todo lo que puedas suponer de aquí en adelante probablemente no salga como esperas.
Sabes cuándo empieza a aletear la mariposa. Pero no cuándo llegará el huracán.

Thursday, March 15, 2012

Motivos para.

Una mañana estudiando Filosofía, y una frase: "El ser humano puede decidir en contra de sus motivos".
No parece ni muy inteligente ni muy lógico, pero sí muy cierto. Porque, si actuáramos conforme nuestros motivos...
Sabrías desde hace tiempo que me gustas. Habría dejado de sonreírle a más de uno, después de lo que sé. Saldría corriendo cada mañana. Mandaría a unos cuantos a la mierda, y no me importaría.
No son nuestros motivos los que nos hacen actuar. No tengo motivos para seguir hablando contigo, para aguantar las idioteces de más de uno, para levantarme cada mañana y hacer como si no pasara nada. Sigo hablando contigo porque quiero. Aguanto las idioteces de más de uno porque me conviene. Me levanto porque no queda otro remedio.
Nunca dejes a tus motivos superar a tus necesidades, a tus voluntades, ni siquiera a tus obligaciones. Decide quién eres, qué quieres y por qué vas a enfrentarte hoy al mundo. Ten muy presente por qué haces cada cosa en cada momento, por qué lloras, por qué sonríes, por qué amas, por qué deseas.
Llora, aunque no tengas motivos de peso.
Sonríe, aunque sólo tengas motivos para llorar.
Ama, aunque tengas motivos para soltar hostias y odiar.
Desea. Aunque sea lo último que hagas, aunque sea sin motivo alguno.

Sunday, March 11, 2012

Aproximación.

Una mañana te levantas con un único suspiro en los labios. Quédate a mi lado.
No te vayas muy lejos, amor, no vaya a ser que no vuelva a encontrarte. No quieras huir, porque puede que deje de quererte. Que te querré mientras seas capaz de hacerme sonreír, de hacerme llorar, de hacer que me levante cada mañana y que cada noche me vaya a dormir con tu mirada en la retina.
Que te quiero y te querré, mientras seas capaz de llegar hasta mi corazón, darle mil vueltas y luego largarte. Te querré mientras seas capaz de emocionarme, de moverme. Porque me gusta lo raro, y es raro que alguien me haga sentir.
Aquí estoy y no pienso moverme. Mientras sigas ahí. No esperes de mí un te esperaré por siempre, un aquí estaré si me necesitas. Porque te necesito yo a ti, y ahora, y no me da la gana de quedarme con las ganas. 

Saturday, March 10, 2012

Tan sencillo como.

Una mañana te das cuenta de que las cosas no son tan difíciles como las quieres ver. Que a lo mejor un abrazo sí que lo cura todo, y que a lo mejor llorar no es tan malo. Que las penas no hacen nada dentro de ti, y que si las sacas fuera, bien lejos, a lo mejor puedes sentirte mejor.
Sabes que las cosas vienen y van, y que las sonrisas de hoy mañana no serán nada. Sabes que quitarse la coleta, ponerse las gafas de sol y salir al mundo no es tan malo, no te va a pasar nada tan malo.
Sabes que los paseos interminables son menos interminables si vas con alguien, y que tirarse al suelo no tiene que ser una preocupación por tus medias, sino la alegría de hacer el tonto un rato, y reír.
Y reír.
Porque cualquier cosa que hagas, acábala con una risa. Acaba tus exámenes con una risa, tus besos con una risa, tus abrazos con una risa, tus lágrimas con una risa.
Que es lo más sencillo y lo más natural. Igual que llorar. Y que no importa, llorar, reír, saltar de alegría o querer  dar patadas a todo lo que te rodea. Porque pasar tu tiempo, malgastar tu tiempo conteniéndote es una estupidez, contando como cuentas con gente que te escuchará, te abrazará, llorará o reirá contigo. No ganas nada pudriéndote por dentro con las mierdas de cada día.

Thursday, March 8, 2012

Más de una vez.

Una mañana te levantas. Paf. Otra vez.
Que siempre acabe por pasar lo mismo. Que no seamos capaces de verlo venir, y que nos vuelva a pillas por sorpresa, y que nos vuelva a estallar en la cara, y que nos vuelva a hacer sentir lo peor.
¿Somos tan idiotas que no podemos medir nuestras palabras? ¿Somos tan imbéciles que cometemos los mismos errores una y otra vez, pensando que ya aprendimos?
Cuando sientas el fuego, quita la mano, porque acabarás escaldado.
Cállate, cierra el pico y espera a que pase la tormenta. Cállate, antes de que sea demasiado tarde y ya la hayas cagado. Cállate. 

Tuesday, March 6, 2012

Secretos deseos.

Una mañana te levantas con el peso de los secretos colgando del cuello.
Son tus propios secretos, que te avergüenzan y te dan rabia, que te hacen sentir idiota perdida, que no sabes muy bien por qué siempre te acaba pasando lo mismo. Son tus secretos, que ni a tu mejor amiga cuentas, por miedo a que ella piense, como tú, que eres tonta.
Son tus secretos, tanto tiempo dentro, tanto tiempo ocultos, por miedo a que se vuelvan contra ti, pero también con miedo a que se queden dentro, a no poder compartir tu carga con nadie.
Son tus secretos, que deseas levantarte en medio de la clase y gritarlos, que te frenas justo a tiempo, que te muerdes la lengua para no acabar por decírselos al menos indicado.
Son tus secretos, que son más difíciles de guardar que los de los demás.
Son tus secretos, que acabas susurrando en la almohada, o dejándolo caer cuando no viene a cuento.
Porque no puedes más, porque son enormes y necesitas que te digan que no, que no es para tanto, y que saldrás adelante.
Los guardamos por miedo a las falsas esperanzas que puedan darnos.

Monday, March 5, 2012

Undisclosed desires.

Una mañana te levantas, con falta de algo.
Faltan muchas cosas. Faltan más cafés a media tarde. Faltan más noches con compañeros en un bar. Faltan más recreos al sol. Faltan muchas, muchísimas faldas y vestidos y camisas y calcetas. Faltan más amaneceres eternos tirada en la cama, noches en vela por culpa de un libro, más días de cocinarte tu propia comida y de disfrutarla.
Nos faltan mil cosas que nos hagan felices. Nos faltan alicientes, motivos para querer despertarnos. Nos faltan miradas compartidas, cómplices e inesperadas. Y sonrisas que no significan nada. Sólo lo que tú quieras.
Y es que nos faltan ganas de vivir, y motivos para vivir. Nos faltan minutos en el día. Nos faltan viajes, y conciertos, y escapadas y tardes, y paseos por la playa en primavera, y coñas con los compañeros y silencios con los amigos.
Pero nunca, nunca nos podrán faltar las ganas de levantarnos con un buen motivo, sabiendo que nuestra vida no se acaba ni aquí ni ahora, que nos queda mucho que hacer, mucho que planear, mucho que vivir y que sentir.

Sunday, March 4, 2012

Starlight.

Una mañana te levantas con ganas de todo.
Y todo, ahora.
Muerde una hoja de menta y una rodaja de limón. Córtate el pelo por los hombros y píntate los labios de granate. Ponte las sandalias y pon las uñas de tus pies de color amarillo.
Toma el sol, silba a los chicos, sonríe a los chicos, besa a los chicos. Sé una descarada, invítalos a un café. No te cortes un pelo.
Vive un rato. Despiértate para comprobar que es verdad, que no acaba la vida cuando son las doce. Sal de fiesta un miércoles y ve de empalmada el jueves al instituto. Con ojeras y tacones, y si te preguntan ofréceles una demostración en primera persona de lo que has vivido.
Coge un tren a la playa, llévatelo contigo, comprad comida china y quedaos viendo cómo acaba el día.
¿Por qué esperar a que las cosas ocurran? ¿Por qué esperar a la ocasión pudiendo crearla?
Es mejor pedir perdón que pedir permiso. Es mejor llorar un día por desamor que no dormir tres años por no saber qué hacer. Es mejor quedarse con el recuerdo que con la duda de qué hubiera pasado. Y, sobre todo, es mejor hacer planes que acumular recuerdos. 

Sunday, February 26, 2012

Repetir.

Una mañana repitiendo lo mismo una vez. Otra vez. Otra vez. Otra vez. Otra vez. Otra vez. Otra vez.
Mil veces lo mismo. Mil veces las mismas rutinas, los mismos desengaños. Mil veces el mismo ritual. Los días pasan y no encuentras una diferencia clara entre ellos. Mismas regañinas y mismas tareas que ni te van ni te vienen, cuando antes te emocionaban.
Mismas conversaciones sin sentido que no llevan a ninguna parte. Mismos consejos que, venga ya, ni tú los seguirías. Mismas horas perdidas en actividades absurdas. Nada sirve para nada.
¿Y si el problema no eres tú? ¿Y si el problema es que llevas demasiado tiempo haciendo lo mismo día tras día, y por eso estás tan cansado de hacerlo? ¿Y si el problema es que has explotado cada mínimo recurso para no morirte del asco?
A lo mejor ha llegado el momento de cambiar. A lo mejor ha llegado el tiempo de alejarse corriendo de aquí, y hacer lo que siempre quisiste, con quien siempre quisiste. ¿Será el tiempo de dejar de perder el tiempo, y de hacer lo que más deseas? Aunque eso implique alejarte de todo lo que siempre conociste. Aunque eso de mucho más miedo del que piensas.

Thursday, February 23, 2012

Gotas.

Una mañana... llueve.
Y las gotas de agua se pegan a todo, a los muros, al asfalto, al cristal de los coches, a tus pulmones. Parecen purpurina plateada en la calzada, cuando las luces blancas las rozan y las iluminan.
Hay quien dice que la lluvia es triste, es gris, que se deprimen sólo de ver la previsión meteorológica. Pero nada más lejos de mi realidad.
La lluvia es ese instante mágico en el que mojarte parece de todo menos malo, que el paraguas sólo hace falta si es para tener un pretexto para hablarle. La lluvia ha alimentado mil romances de cine, y ten por seguro que algún día te besaré bajo una lluvia torrencial. Y me sobrará el paraguas, y me sobrará el universo, mientras quedemos tú, yo, y las gotas juguetonas que crean dibujos y reflejos sobre tu pelo, tu chaqueta.
¿La lluvia deprimente? ¡Venga ya! ¿Quién no ha querido nunca que una tormenta nunca acabase?

Wednesday, February 22, 2012

Razones.

Una mañana eres por fin consciente de que cada cosa tiene su motivo y su razón de ser.
No encontrar a alguien no significa que no sea para ti, puede significar que el momento está por llegar. Que aunque no sea nada ni vaya a ser, entrará en tu vida, seguro, cuando menos te lo esperes y más lo necesites. De golpe y porrazo, aparecerá su cara, entre miles de personas o miles de fotos. Y de golpe y porrazo te hace olvidar lo que te haya hecho sentir mal, o nerviosa.
Cada persona tiene su momento. Cada persona, cada aparición, tiene su por qué, aunque sea producto del azar, aunque esto solo sea presente, nada más, un instante en tus retinas que se irá. Pero, mientras te esté haciendo sonreír toda la noche, su razón de ser no morirá.

Tuesday, February 21, 2012

Presente y pasado.

Una mañana te das cuenta, de que hay cosas que nunca volverán. Y lo aceptas.
Sabes que no te volverá a llegar un mensaje el día de tu cumpleaños de madrugada. Que no la vas a llamar para preguntar cómo está.
Sabes muy bien que no volverás a sentir ese contratiempo en tu corazón cuando, por casualidad, te lo cruces por la calle, o que ver sus fotos con la chica de turno no te hará desear un par de muertes y mucho helado.
Y, ¿sabes por qué lo aceptas? Pues muy fácil.
Si cuando escuchas vuestra canción ya no te dan ganas de sonreír, es porque esa sonrisa es para otra canción.
Si cuando te lo imaginas recorriendo vuestras alamedas, y no precisamente contigo, ya no recuerdas al detalle cada paseo, es porque todavía tienes que andar y desandar muchos caminos, con muchas personas.
Si cuando oyes que está pasándolo mal ya no sufres como antes, y las ganas de correr para preguntarle el porqué e invitarla a otro helado, simplemente no llegan... Eso es, simple y llanamente, que todos los desvelos que solían preocuparte, ahora tienen otra razón de ser.
Si cuando la/ le ves, ya no te sale sola esa sonrisa. No te preocupes. Ya llegará alguien con quien compartirla, nunca gastarla.
Las cosas van y vienen. Los momentos no serían momentos si no tuvieran un final. Todo acaba, todo pasa. Piénsalo de esta manera: quizás, mientras te empeñas en recordar algo y desear que vuelva, te estás perdiendo todo lo que pasa por delante de tus ojos, ahora mismo.
No rechaces el presente por querer vivir en el pasado. Porque el presente soy yo. Y no se me ocurre una mejor manera de pasar mi presente que contigo. Aunque un día, no sé ni cuándo ni por qué, vayamos a ser pasado.

Friday, February 17, 2012

Impostor.

Una mañana me doy de narices con tu sonrisa y joder, tío, eres irresistible.
¡Venga ya! No puedes ser de verdad. Dime que llevas lentillas, para esos ojos verdes; dime que te tiñes el pelo así de negro; dime que te maquillas cada mañana, para esa piel. Dime que te viste una ex, y que las canciones que tanto me/nos gustan, te las sabes por ciencia infusa.
Dime que en realidad todos esos textos no los escribes tú. No me toques las narices mucho y dime que eres de mentira, que en realidad no hablas tan bien el francés, y dime que no te gusta hacer deporte.
Bueno, te doy una alternativa.
Dime que me quieres, que te mueres por mí, que te vuelven loco mis ojos y que mi sonrisa hace que tu corazón se salte un latido.
Aunque, claro, entonces ya si que tendría motivos de sobra para dejarme las drogas...

Thursday, February 16, 2012

Dos segundos.

Una mañana, presión en el pecho, ganas de llorar y de tirarte de los pelos.
Una mañana, ganas de salir corriendo, ¿por qué cojo el autobús?, llego tarde, ganas de matar a alguien.
Una mañana, el cielo gris humo, gris contaminación, gris desesperado, cielo gris sin cielo.
Idiotas que te empujan al pasar. Conductora de bus borde, que manda a los niños de vuelta a casa, no les deja subirse porque se les ha acabado la tarjeta.
Una mañana, agujero y nudo y mariposas en el estómago.
Frío en los pies y en la nariz. El tubo de escape del autobús.
Una mañana, llego a clase, abro la puerta, y estás mirando.
¿Alguien dijo que el tiempo todo lo cura? En mi caso, dos segundos lo han curado todo.